El pensamiento es posiblemente una de las plantas que cuenta con flores comestibles menos conocidas dentro del mercado, pero con un número muy amplio de ventajas por su sabor dentro de la florifagia. Esta planta tiene propiedades que ayudan a combatir las inflamaciones de la piel, para aliviar afecciones cutáneas parecidas al acné, la costra láctea de los bebés, el eczema, la psoriasis, , forunculosis, el herpes o algunas erupciones, entre otras dolencias, como expectorante ayuda a eliminar la mucosidad que provoca tos y congestión en casos de gripe, resfriados y bronquitis.
Es una planta que disfruta mucho del sol, por lo que mientras más de este pueda recibir, el número de floraciones que tendrá será mayor. También algo que cabe destacar de esta flor es su tolerancia a las temperaturas bajas y nivel de adaptación por lo que resulta ser bastante ideal para algunos huertos en zonas muy frescas. Es una planta a la que el riego le es muy importante para poder mantener su floración constante, por lo que mantener el nivel de humedad en el sustrato es vital para sus cuidados.
Para poder asegurar que crezca adecuadamente hay que mantenerla creciendo simétrica, es decir; no hay que permitir que algunos de los brotes nuevos crezcan a un ritmo más acelerado que el de los demás, para evitar que la planta se deforme. Al mismo tiempo es importante evitar en lo posible que las hojas se mantengan por mucho tiempo húmedas, ya que es una planta que puede llegar a ser muy sensible al ataque de hongos y su principal foco de ingreso de estas es justamente por medio de las hojas.