La planta del té procede del sur de China y sudeste de Asia, aunque hoy se cultiva alrededor del mundo, tanto en regiones tropicales como subtropicales, Su nombre real es Camellia sinensis y de ella se obtiene el té negro, verde, rojo y dependiendo de algunas variedades el inglés o el francés.
Es una fuente de antioxidante que incide de forma positiva en los niveles de colágeno y elastina, por eso es llamado el elixir de la juventud, tiene un alto contenido de cafeína que estimula el sistema nervioso y sirve para activarnos, contribuye a combatir las enfermedades cardiovasculares debido a su contenido de antioxidantes. Ayuda a bajar los triglicéridos, así como a disminuir el colesterol malo, es diurético y saciante, perfecto para tomar entre horas, además de que contribuye a la disminución de la grasa corporal. Por todos estos factores es el aliado perfecto para los regímenes de adelgazamiento, por los flavonoides que presenta es un antiinflamatorio natural y contiene minerales como calcio, magnesio, hierro y flúor. También presenta un antioxidante llamado catequina, conocido por su efecto fortalecedor en el sistema inmunológico que reduce el colesterol, previene la artritis y ayuda a combatir el cáncer.
Es una planta que tiene un crecimiento medio, por lo que no será muy complicada de tener dentro de nuestros huertos. Le gustan las temperaturas medias a frías y no es muy fanática del calor extremo. Si bien puede crecer bajo los rayos del sol directo, esta planta puede crecer en espacios bien iluminados de una manera adecuada.
Requiere de agua constantemente y, sobre todo, evitando los encharcamientos, ya que es muy sensible a este factor. Para su recolección solo es necesario cortar pequeños tramos con hojas, con lo que se podría ya preparar alguna de sus deliciosas variaciones.