Es una planta muy utilizada en la cocina europea y asiática, apreciada principalmente por su característico aroma. Es una planta que tiene muchas variedades dependiendo del clima, el sitio y la zona en la que ha crecido, lo cual hace que pueda llegar a tener características especiales.
El estragón tiene propiedades que principalmente ayudan al tracto digestivo y a mejorar la flora intestinal. Contiene propiedades bactericidas, estimula la producción y expulsión de bilis del hígado (lo cual hace que haya un beneficio directo para evitar las piedras en el riñón al mismo tiempo).
Tiene un tamaño mediano a alto, con gran gusto por la luz de sol directa. Es una planta que puede crecer bastante (casi como un arbusto), por lo que es importante mantener la poda constantemente. Para realizar esta actividad, lo principal es elegir las puntas más largas. Y hacer cortes de tramos no mayores a los 10 cm de longitud con una navaja o tijeras afiladas y limpias para ir dándole una forma redondeada (o la forma que más se adapte al sitio en el que nosotros la vayamos a colocar). Es una planta muy sensible al frío y al viento fuerte por lo que intentar protegerla de este factor es lo ideal.
No es una planta a la que le guste el exceso de humedad en el ambiente; si bien necesita alimento suficiente, se puede decir que es de apetito medio, por lo que no es necesario estar cuidándose tan frecuentemente. No es una planta muy invasiva pero preferentemente no hay que sembrarla con lechugas por ello es recomendable no sembrarlas juntas (principalmente por el tamaño que puede llegar a tener las raíces del estragón).
Para cosechar sólo es necesario cortar las hojas que están más maduras ya que son las que tienen más sabor y aroma.