¿Sabías que hay más de mil millones de personas que viven en ciudades clasificadas como «superpobladas»? Este número solo va a seguir creciendo, lo que significa que la importancia de los huertos urbanos va a ser aún mayor. En esta entrada del blog, exploraremos algunas de las razones por las que los huertos urbanos son tan importantes, y también veremos algunos ejemplos de programas de agricultura urbana que han tenido éxito.
Los huertos urbanos existen desde hace siglos, pero su popularidad ha aumentado en los últimos años. Esto se debe a varias razones: en primer lugar, el coste de los productos frescos ha subido y la gente está más interesada en comer alimentos saludables. Además, mucha gente cree que la agricultura urbana es una forma de reconectar con la naturaleza y también proporciona un sentido de participación comunitaria.
Hay muchos tipos de huertos urbanos, y cada uno tiene sus propias ventajas. Los huertos comunitarios, por ejemplo, ofrecen un espacio donde la gente puede reunirse para cultivar alimentos y compartir recursos. Los huertos escolares ayudan a enseñar a los niños sobre agricultura y nutrición, mientras que los huertos en los tejados pueden ayudar a reducir el consumo de energía al refrescar los edificios durante los meses de verano.
Una de las cosas buenas de la jardinería urbana es que respeta el clima y las estaciones. No se pueden cultivar tomates en Nueva York en enero, pero sí en un invernadero. Y aunque no puedas cultivar cítricos en Londres, hay muchas otras plantas que prosperan allí.
Los huertos urbanos aportan muchos beneficios a las ciudades y a sus habitantes. Ayudan a reducir los niveles de estrés, proporcionan ejercicio, enseñan a los niños sobre agricultura y nutrición, conectan a la gente con la naturaleza y embellecen los barrios. Los huertos urbanos son una parte importante del paisaje de cualquier ciudad, y su importancia no hará más que aumentar a medida que el mundo se vaya poblando.
Una de las mejores cosas de la jardinería urbana es que es una forma estupenda de inspirarse en la naturaleza. Puedes ver cómo crecen y prosperan las plantas, y aprender cuáles son las más adecuadas para tu clima y tipo de suelo. Y si alguna vez te sientes deprimido, pasar tiempo en un jardín puede ser una manera estupenda de levantar el ánimo.
Al aprender constantemente tu medio ambiente ayuda a que aprendas el cuidado del agua, el valor de las verduras y como el desarrollo de los huertos pueda volverse parte orgánica de tu casa, haciendo que la agricultura aunque estés en medio de la Ciudad de México, cobre un nuevo sentido.
Al mismo tiempo se genera conciencia de la actividad en tu vida y la de los que te rodean. En México necesitamos más parques y aprender que los espacios son parte de un sistema más grande. Si comenzamos a pensar de este modo podremos hacer frente al cambio climático de mejor manera.
Hay muchos tipos diferentes de programas de jardinería urbana, pero todos tienen un objetivo común: hacer que la gente participe en el cultivo de sus propios alimentos. Los programas pueden variar en cuanto al tipo de productos que ofrecen, el tamaño y el alcance del proyecto, además del grupo de edad o demográfico al que sirven.
Los huertos escolares funcionan proporcionando una educación práctica en jardinería, agricultura y nutrición.
Los alumnos aprenden a cultivar sus propios alimentos, lo que les ayuda a comprender de dónde provienen y cómo se cultivan. También aprenden los beneficios de comer frutas y verduras frescas, y desarrollan un aprecio por los alimentos saludables.
Un huerto escolar también puede ser una gran fuente de productos frescos para el comedor escolar, y puede ayudar a reducir el coste de las comidas. Además, un huerto escolar puede ser una fuente de ejercicio para los alumnos, y puede ayudar a promover la conciencia y el cuidado del medio ambiente.
Los huertos comunitarios son una forma estupenda de reunir a la gente y hacer que participe en su comunidad local. También pueden ser una manera estupenda de hacer ejercicio y obtener productos frescos.
Los huertos comunitarios funcionan haciendo que personas o familias se inscriban para cultivar una parcela específica. El huerto se abre al público, de modo que la gente puede venir a recoger los productos que han crecido allí. En la mayoría de los casos, existe la norma de que todos deben compartir lo que cosechan, de modo que nadie puede reclamar todo el huerto para sí mismo. Esto ayuda a crear un sentido de comunidad entre los jardineros.
La agricultura vertical es una técnica de agricultura de interior en la que los cultivos se realizan en estanterías o en pilas en un entorno controlado.
La agricultura vertical funciona porque aprovecha el entorno controlado para optimizar las condiciones de crecimiento de las plantas. Esto incluye la optimización de la luz, el agua y el suministro de nutrientes, así como la regulación de la temperatura, la humedad y los niveles de dióxido de carbono.
La agricultura vertical es beneficiosa porque permite cultivar durante todo el año, independientemente del clima exterior. También utiliza mucha menos agua y tierra que las técnicas agrícolas tradicionales.
Cómo exploramos en este artículo, los huertos urbanos son más que una moda, y comenzaremos a ver más y más su implementación en diferentes ciudades con alta densidad de población. Si tienes dudas sobre estos productos y la importancia de los huertos urbanos no dudes en contactarnos para conocer más al respecto.